top of page

Ho´oponopono

Es importante recordar que el poder no está fuera de nosotros. A veces le entregamos nuestro poder a un cuarzo, una imagen, un amuleto y si bien ese tipo de herramientas ayudan, no son ellas las que sirven para manifestar cosas, el poderoso aquí es quien las manipula a través de algo muy importante: El poder de la intención.

Así es, fuimos creados con libre albedrío y “a imagen y semejanza” de Dios, lo que significa que podemos SER, Hacer y tener absolutamente todo lo que queramos, pues en primer lugar somos libres y en segundo tenemos esa capacidad co-creadora; sin embargo al venir a esta realidad y encarnar en un cuerpo físico, de alguna forma olvidamos nuestra esencia y terminamos siendo un mero compilado de creencias, miedos y personalidades implantados en nosotros primeramente por nuestros padres, luego nuestras familias y finalmente por la sociedad en la que crecemos.

Es por esa razón que muchas veces no nos sentimos plenos, ni mucho menos felices, puesto que nuestra verdadera esencia, se encuentra atrapada entre las barreras de las limitaciones que hemos recibido desde pequeños y como no escuchamos esa vocecita que nos grita desde adentro que SEAMOS y preferimos ir con una existencia vacía basada en el miedo a qué pensarán los otros y las ansias de quedar bien con todo el mundo, terminamos en un corto circuito creando dolor y malestares no sólo mentales, sino físicos (bueno en este punto es claro que todo malestar a nivel emocional busca una manifestación física, al ser todo energía), y en consecuencia buscando salidas a ese dolor, como la televisión, las drogas, el alcohol y demás excesos que producen un placer temporal, pero cuyos efectos son letales puesto que nos mantienen en ese círculo vicioso de sentirnos bien por un ratito, luego culpables, escapar de nuevo y culpa otra vez.

Lo anterior sucede porque no nos hemos atrevido a SER nosotros mismos. Pero y ¿cómo sanamos esas memorias? ¿Cómo regresamos a la fuente?

Métodos de sanación hay muchísimos, en el internet pululan por doquier los nuevos gurús y maestros que prometen un sendero hacia la luz y el bienestar, lo cual es buenas noticias si tenemos en cuenta este punto crucial de la historia, donde se requería un despertar masivo de la humanidad, y como todos los caminos conducen a Dios, es fantástico que encontremos millares de senderos para llegar a él.

Es en este punto entra en juego el Ho´oponopono, que surgió en las antiguas poblaciones de Hawái y que es una técnica de sanación y limpieza que nos libera de todo tipo de bloqueos y creencias limitantes que afectan nuestra vida.

 “Ho” significa “Causa” y “Oponopono” significa “Perfección” o sea volver al estado original, dicho de otra forma… “corregir el error”.

Las palabras más importantes y que abarcan la máxima sanación posible en Ho´oponopono son “Lo siento, Perdón, Gracias, Te amo”.

No más al pronunciarlas se siente una liberación y paz en el alma...

Asimismo hay otras palabras que se han denominado “gatillo”, porque al escucharlas nos conectan con emociones o sensaciones, por eso su nombre “gatillo”, porque al oírlas “disparan” esos sentimientos.

Existen palabras gatillo para sanar memorias de escasez y por ende atraer dinero a tu vida, también las hay para sanar las relaciones con los demás y crear amor y armonía, las que sanan memorias de violencia, de enfermedad, en fin, hay palabras gatillo para todo.

Si ya estás en la senda de la sanación sabrás que no es un trabajo que se haga en 21 días, en un mes o en un año, es un trabajo de toda la vida, pero lo bueno es que de eso se trata, ese es el viaje, de disfrutar el camino y cada paso que das para abrir más y más puertas a una vida maravillosa, llena de todas las cosas bonitas que te mereces.

Bueno, y ¿por qué el Ho´oponopono? Yo elegí esta senda y no otra porque la respuesta a tantos interrogantes me llegó como epifanía y es simple y a la vez tan contundente: La llave está en el perdón.

Y qué mejor herramienta que el Ho´oponopono para perdonar no sólo a los otros (que a la larga son espejo y manifestación mía), sino a mi misma? Es por ello que decidí empezar a usar esta técnica y los resultados han sido maravillosos.

Asimismo, como creo que en el poder de escuchar a la intuición y de conectar con el Universo y sus mensajes, como instrumento divino acepté la misión de ilustrar el oráculo del Ho´oponopono para hacer el proceso aún más agradable y sencillo.

Hay momentos en que creemos saber qué necesitamos, y pensamos que necesitamos negro cuando en realidad necesitamos con urgencia blanco y qué mejor que tener al Universo directamente como la brújula de Jack Sparrow, señalándonos el camino?

Por eso con el oráculo del Ho´oponopono, que se puede llevar en el bolsillo, en la maleta, cargar siempre, en aquel momento en que necesitemos una guía simplemente elegimos una página y las palabras allí escritas nos dirán qué es lo que necesitamos trabajar justo en ese instante.

Son varias ilustraciones, cada una con una frase gatillo diferente, y te indican qué se trabaja con ellas; por ejemplo: “Fresas y Arándanos”, frase gatillo que nos ayuda a sanar memorias relativas al peso y si necesitamos adelgazar, nos ayudarán con ello, y si es lo contrario, igual; actúan creando un balance en aquellos aspectos de nuestras vidas que necesitan estar en equilibrio.

Acá está el enlace para que puedas tener las cartas para ti y empieces tu hermoso y emocionante camino de sanación de inmediato, adelante que una vida plena y en tus propios términos te espera.

Recuerda, la LLAVE ESTÁ EN EL PERDÓN.

El oráculo del ho´oponopono libro Olga Schembri
bottom of page